miércoles, 5 de diciembre de 2018

Formentar la bella historia ancestral cajabambina

en el año 1553 llegaron los frailes ermitaños de san agustin llegaron a cajabamba con el fin de  evangelizar los dominios españoles. Estos erigen una capilla misional en la zona donde ahora es el cementerio de santa ana cerca de la famosa “Peña del Olvido”. Esta capilla lleva el nombre de San Nicolás de Tolentino, santo de la devoción de los Agustinos. Durante el gobierno del Virrey Francisco de Toledo ordenó que los pequeños ayllus dispersados alrededor de Cajabamba habitaran en el pueblo de San Nicolás de Tolentino de Cajabamba. El poblado de Cajabamba fue destinado como capital de doctrina y no de provincia, por ese motivo fue trazado con calles rectas y angostas y su Plaza Mayor pequeña.

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